Hacienda retrasa VERIFACTU A 2027
La obligación sigue vigente:
es una prórroga para planificar, no una anulación; conviene no dejar la adaptación para el último momento por la alta demanda de empresas implantadoras.
El Gobierno ha decidido aplazar la entrada en vigor del sistema de verificación de facturas Verifactu para dar más margen a empresas y autónomos, trasladando los plazos al año 2027 elEconomista.es. Esta medida busca facilitar la adaptación técnica y administrativa de los contribuyentes y se aprobará mediante un real decreto‑ley en el Consejo de Ministros, según las fuentes oficiales que han informado a la prensa (elEconomista.es). La prórroga es una oportunidad para planificar con calma, pero no cambia la naturaleza obligatoria del sistema.
En concreto, la nueva hoja de ruta establece que las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades deberán implantar Verifactu a partir del 1 de enero de 2027, mientras que el resto de contribuyentes, incluidos los autónomos, tendrán como fecha límite el 1 de julio de 2027 (El Español). El sistema exige que los programas de facturación generen registros inalterables y accesibles para la Agencia Tributaria, lo que implica actualizaciones o cambios en el software y en los procesos internos de facturación El Español. Estas fechas son clave: apúntalas y utilízalas para organizar el calendario de implantación.
Es importante subrayar que, aunque la entrada en vigor se haya retrasado, la obligatoriedad de Verifactu no se ha eliminado; simplemente se ha ampliado el plazo para su cumplimiento. La decisión pretende aliviar la presión inmediata sobre empresas y profesionales, pero no exime a nadie de la obligación de adaptarse cuando llegue el momento (EL PAÍS). Por tanto, la prórroga debe entenderse como un margen para preparar la transición, no como una invitación a posponer indefinidamente la adaptación.
Desde el punto de vista práctico, conviene no esperar a última hora. Los proveedores de software y las consultoras especializadas ya anticipan un aumento significativo de la demanda conforme se acerquen las fechas límite, lo que puede traducirse en plazos de espera, sobrecostes y menor disponibilidad de recursos técnicos. Planificar con antelación reduce riesgos: permite probar integraciones, formar al personal y evitar cuellos de botella en la migración. Además, una implantación escalonada facilita detectar y corregir errores antes de que afecten a la operativa diaria.
Recomendaciones prácticas: auditar el sistema de facturación actual, contactar con proveedores homologados cuanto antes, y elaborar un plan de proyecto con hitos claros. También es aconsejable reservar tiempo para pruebas y para la formación del equipo contable y administrativo. La prórroga hasta 2027 es una ventaja si se aprovecha con criterio; dejarlo para el último trimestre puede salir caro y generar estrés innecesario.
Hacienda retrasa Verifactu a 2027